Los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, demostraron que el Apóstol no había muerto en el año de su centenario; las acciones de aquel 26 de julio, hace ya 57 años, demostraron la importancia de la unidad en torno al líder revolucionario y dieron pie a la formación del Movimiento 26 de Julio.
Los asaltantes demostraron que la lucha era necesaria y el triunfo era posible, una cuestión de tiempo, aún después del fracaso.
Vino del desembarco del Granma en 1956. Frank País García y Celia Sanchez Manduley preparaban las acciones armadas en la ciudad de Santiago de Cuba, esa Santiago Heróica, Rebelde y Hospitalaria.
El 26 de julio estimuló la lucha en el oriente cubano y en las ciudades del resto del país. El pueblo estaba cansado de tanta ignominia. Obreros sin trabajo, campesinos sin tierra, maestros sin aulas, niños sin escuelas, estudiantes ultrajados…
Marzo del 57. El joven José Antonio Echeverría, al frente de los universitarios, asalta el Palacio Presidencial con el fin de “ajusticiar al tirano en su propia madriguera”. Acude a la emisora Radio Reloj para informar al pueblo. El propósito inicial no se cumple. El líder estudiantil es asesinado cerca de la Universidad de La Habana.
Ese año es bien convulso. El pueblo ha dicho ¡Basta!
En julio del propio 1957 Frank País García, que no ha dejado de luchar y de combatir a la tiranía, se encuentra en casa de su compañero Raúl Pujols. Un traidor lo delata.
Se escuchan tiros. Santiago de Cuba de inquieta… teme por la vida de sus hijos rebeldes.
Al rato la noticia. Corre de voz en voz: ha muerto Frank, han asesinado a Frank.
La ciudad se alza, el pueblo levanta su ira y, sin miedo, viste de verde olivo. La bandera cubana cubre el féretro… ha muerto Frank, lo han asesinado vilmente.
Fidel dice, con toda razón, “Qué monstruos. No saben la inteligencia, el carácter, la integridad que han asesinado.”
Frank entra para siempre en la Historia. Entra por la puerta ancha, vida por delante… sangre por delante.
30 de julio de 1957, desde ese momento y para siempre, Frank País García se convierte en ejemplo de presentes y futuras generaciones de cubanos que saben de qué lado está el deber, de qué lado luchar en bien de la mayoría. Desde ese momento, y para siempre, Frank está en la inmensa lista del martirologio cubano, indicando el camino.
