domingo, 28 de marzo de 2010

Amada Cuba

Cuba, mi amada isla, extiende su cándida e igual enérgica mano a todos sus amigos. Cuando lo hace no espera nada a cambio. En todo caso, sólo gratitud y la esperanza de que al hablar de ella se haga justicia a los hijos que entrega a diario en bien de los demás.
Verde como el caimán autóctono reposa, más no descansa. A veces, porque tiene mucho que hacer por ella y el mundo, otras veces porque no la dejan, en medio de campañas que, en nombre de la "democracia" y los "Derechos Humanos" pululan en las transnacionales de la información.
Aún y con todo ello, despierta el amor y el respeto de muchos que saben de su altruísmo y dignidad.
Este es el correo recibido firmado por un amigo, de los tantos que he encontrado en la red que comparte los sueños de justicia social y de un mundo mejor. Ël se llama Roberto Paz.

"Ya la quería sin conocerla. Se me fue metiendo en el alma desde mi más tierna infancia. Estaba en mi pensamiento, la admiraba a la distancia, inocente y candoroso.
Siempre que podía miraba su figura, su silueta, su contorno me fascinaba. Sólo después de muchos años y en mi adultez tuve la oportunidad de acercarme a ella; de conocerla profunda e íntimamente, de acariciar su geografía tantas veces soñada.

Yo, grande y conciente; ella, hermosa, digna, madura y cálida. El mar caribe jugaba a sus plantas y se me presentaba con su calidez y humedad, altiva y espléndida, dulce y ardiente.

Era mucho más de lo que la había imaginado, lentamente me envolvió y me acogió en sus brazos, solidarios y amables, nos confundimos entre ron y tabaco, vivaz, amena, suave y exuberante. Fuerte, tremendamente fuerte.
Duró poco esta cercanía física, hoy sólo tengo recuerdos, y eternamente está en mi corazón y mi pensamiento, como una novia que deja con el tiempo clavado su aroma, su visión y sus misterios.

Por que como dijo Neruda, es tan corto el amor y tan largo el olvido, por eso y por tantas otras cosas más; nunca te olvidaré, siempre estarás conmigo, mi amada Cuba.

Roberto Paz."

En nombre de los cubanos y cubanas me tomo el derecho de agradecerle tan profundo sentimiento hacia nuestro país.

Cartas cruzadas con un amigo

.Creo que esta carta deberían leerla todos los cubanitos que pican el anzuelo del paraiso "democrático" español y comparen con lo que tienen.
Salud para tod@s.
Pedro

En la redacción de inSurGente hemos recibido esta mañana una carta que, por su descripción de la realidad, queremos compartir con todos ustedes.

No estoy desempleado. Trabajo diez horas en un taller mecánico desde hace once años, gano 1.100 euros por mes, con pagas y horas extras incluidas.

Mis números son:

550 euros de hipoteca (un piso de 67 metros en la calle Marcelo Usera en Carabanchel, Madrid)
125 euros de un préstamo de una obra que hubo que hacerle al piso y de los muebles que compramos.
350 que le paso a mi ex mujer porque tenemos en común una pequeña de tres años.
100 euros de agua, butano, luz, móvil (me acabo de dar de baja definitiva), tarjeta de transporte (trabajo cerca de Argüelles, en la otra punta de Madrid).

Como ven, antes de empezar a comer ya tengo un presupuesto de 1,125 euros, es decir, por encima de lo que gano. Estoy desesperado, mis padres me dicen que me vaya con ellos, pero son muy mayores y viven en un pueblo de Cantabria, esto supondría no poder ver a mi hija. He puesto carteles para alquilar una de las dos habitaciones pequeñas del apartamento, de ir con un vecino a vender los domingos a un baratillo cosas que encontramos por ahí... No se, he tomado la decisión de ir a comer a un centro religioso que reparten alimentos cerca de mi trabajo. Soy un obrero.

Gracias.

Carlos Maestre.
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Pedro. Esto que siente el obrero español es realmente agobiante. Es cierto que en mi país falta para que podamos satisfacer las necesidades que todo ser humano tiene en el orden económico y espiritual, sin embargo, ese nivel de desesperación nunca lo he sentido ni ninguna de mis amistades. En Cuba me levanto y salgo al trabajo con la tranquilidad de que mi hijo está bien cuidado y aprende con su maestra en la escuela, al nivel de cualquier niño bien educado en el mundo. Siento seguridad al andar por las calles sin el temor de que puedan hacerme daño o a mi hijo, mi padre, mis amigos...lo que no quiere decir que no haya delincuencia pero al grito de auxilio son decenas los que corren en mi ayuda y, pobre del diablo que se atrevió a atacar a una mujer o a cualquiera.
En mi país, Cuba, la atención médica no es un problema, no importa tu nivel de ingreso, ni formación profesional ni origen social, todos, sin excepción, tenemos el derecho a recibirla y a reclamar cuando factores humanos obstaculizan su calidad.
En mi país la posibilidad de sueños es algo cierto, no deben llamarse a engaños, mi hijo, por ejemplo, sueña con ser policía, periodista, presidente el país, constructor... y yo sé que puede serlo, pero tiene que estudiar duro, aprovechar las posibilidades que el sistema le ofrece y adquirir responsabilidad ante la Vida.
En mi país, puedo ir al teatro, a salas deportivas, galerías, centros de enseñanza de informática, la Universidad...en fin... puedo crecer mucho sin costo extra y, cuando pago el precio da risa, en comparación con otros lugares del planeta.
Ah! es cierto que ir a un hotel cuesta mucho y no está al alcance del cubano promedio, en muchas partes es igual, o acaso me quieren hacer creer que cualquiera se aloja en un hotel 4 ó 5 estrellas.
Es cierto que en mi país todo está muy estatalizado y negocios que podían tener particulares son (literalmente) una carga para el Estado. En lo personal creo que eso debe tener una solución pronta, sólo que en una sociedad donde todos tenemos los mismos derechos y el igualitarismo no distingue al que produce más o no produce a la hora de beneficios sociales, rectificar el tiro tiene su precio, alto.
Hay muchos problemas, lo sé y no quiero enumerártelos pero lo que si te puedo asegurar es que vale la pena seguir luchando, haciendo en bien de todos, creando y apostando por un mundo mejor en el que, sin dudas, ya entramos, por derecho propio. Gracias Pedro, por compartir con nosotros esta carta del obrero español.
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Así es compañera, totalmente de acuerdo, pero, la mayoría de los obreros españoles, no son conscientes del pozo negro donde están metidos, hablas con ellos y la mayoría dicen que viven estupendamente, que tienen libertad, ¿libertad? si, libertad para meterse mas en el barro si es que eso es posible, la conciencia de clase es algo que apenas se conoce, hoy en día, para que te den una hipoteca para comprar una casa, necesitas mil avales y garantías y te dan 40-50 años para pagarla, o sea, que cuentan con tus hijos y tus nietos para terminar de hacerla frente, ya que seguro que te mueres antes de que venza, en fin, esto estallará por alguna parte (tenemos 4 millones de desempleados) pues ya no se sostiene y yo que lo vea.
Salud y revolución, siempre p'alante.
Pedro

La Raza Humana

El tema de la raza es recurrente en Cuba. No es que sea nuevo, sino que resulta necesario tratarlo porque, legislaciones aparte, subsiste en la mente de los ciudadanos criterios, conscientes e inconscientes, sobre las diferencias por el color de la piel.

El opinar, catalogar y definir lo relacionado con ello data de siglos atrás y está tan arraigado, que preocupa y ocupa a las personas.

Desde sociedades anteriores, los hombres se dividieron por clases -entiéndase poder económico- y, junto con ello, por razas.

En abril de 1893 escribía Martí, en el periódico Patria, un artículo titulado "Mi raza" donde decía "El hombre no tiene ningún derecho especial porque pertenezca a una raza u otra: dígase hombre, y ya se dicen todos los derechos. El negro, por negro, no es inferior ni superior a ningún otro hombre: peca por redundante el blanco que dice:"mi raza". peca por redundante el negro que dice:"mi raza". Todo lo que divide a los hombres, todo lo que los especifica, aparta o acorrala, es un pecado contra la humanidad".

El tema de la raza obliga a pensar bien adentro, allí donde sólo uno mismo sabe si en verdad pensamiento y actuación están en correlación directa y si existe honestidad en la forma de apreciar las cosas de la Naturaleza.

Ni blancos ni negros. Unos y otros fuimos dotados por las mismas capacidades y derechos de la especie humana, por lo que queda claro que no existen derechos superiores !al no ser! los que la propia sociedad ha impuesto para proteger intereses mal sanos.

En la mente están los problemas, por fortuna se está cambiando, aunque no todo lo que se puede.El racismo blanco o negro tiene sus raíces culturales de siglos de convivencia de la raza humana, pero la propia realidad obligará, cada vez más, a cambiar patrones y conceptos.

La evolución de la mente siempre se queda atrás en relación con el desarrollo de la ciencia y la técnica.El ser humano ha sido capaz de ir al cosmos, ha descubierto otras Galaxias, ha visitado y estudiado el fondo marino, ha escalado montañas elevadísimas y, sin embargo, se ha dejado preñar de tabúes y prejuicios que mucho atentan contra su integridad humana.

Estoy convencida de que algún día, como diría Martí, "los hombres verdaderos, negros o blancos, se tratarán con lealtad y ternura, por el gusto al mérito, y el orgullo de todo lo que honre la tierra en que nacimos, negros o blancos".Así ha de ser, por nuestros hijos, y por los hijos de nuestros hijos, para cultivar la propagación de la virtud, "por el triunfo del trabajo creador y de la caridad sublime".

Igual que como se debe trabajar para sacarle frutos a la tierra y alimentar a millones de personas que mueren de hambre ha de trabajar el hombre para desarraigarse de tanta discriminación por su propia especie.

Es que, parafraseando al Apóstol, "hay tanta grandeza en negros y blancos" que vale la pena el intento. A fin de cuenta la única raza que existe es: la Raza Humana.

miércoles, 17 de marzo de 2010

La lección de mi abuelo.

M i abuelo fue un hombre simpatizante hasta la médula con Fulgencio Batista. No sé si sentía agradecido por un pedacito de tierra que tenía en otro más pequeño lugar de Varadero, allá cuando visitar el balneario era un sueño casi imposible para la mayoría de los cubanos y cubanas, o, por testarudo y "rosca izquierda", para no dar su brazo a torcer.

Siempre me he preguntado por qué tanto apego a aquello, que malamente le daba para alimentar a sus seis hijos y un sobrino.

Mi abuelo -decía mi mamá- madrugaba para cuidar un local que le estaba encomendado, en tanto su esposa, mi abuela, se las entendía en la casa con una tremenda batea de ropa y después la plancha de carbón para entregar en tiempo los encargos de quienes la escogían para que les atendiera la vestimenta.

Entre cariños a unos, regaños a otros, un carácter duro para imponer respeto y la esperanza de que todo mejoraría, a su manera, transcurrió la juventud de este hombre que, un día después del 59, fue a la cárcel por delitos contrarrevolucionarios.

Mi madre sufrió mucho, ella no entendía por qué su papá debía cumplir prisión 12 ó 13 años, se me olvidó la cifra exacta.

Hablaba de "papi" con la nostalgia de la hija que siempre se sintió consentida, por encima de los demás hermanos.

Así crecimos mis hermanos y yo, con la imagen de un abuelo ausente,que estuvo siempre presente porque de eso se encargó mima.Así fuimos a visitas a las prisiones de Boniato, Agüica...

El tiempo pasó, abuelo salió de la cárcel, los niños crecimos, fuimos pioneros , algunos -entre ellos yo- militantes de la Unión de Jóvenes Comunistas...

y, mima sorteándolo todo, entre "papi" cada vez más "en contra" y su esposo y sus hijos "con esto", en alusión a la Revolución.

Un primo, querido pero oportunista a la enésima, sintió celos porque abuelo, a pesar de su carácter fuerte, sus rabias contenidas y todo lo que llevaba por dentro, con razón o no, nos demostró más apego a los hijos de mi mamá.

Entonces este primo decidió ir a la ofensiva y, aprovechándose de que estabamos todos los nietos jugando, la soltó cuando nadie la esperaba:

-"abuelo, interpreló pero afirmó a la vez, usted sabía que prima Regla es comunista?

Nos quedamos petrificados todos. Ya sabíamos que el viejo era de "anjá" y lo evitábamos.

Abuelo dijo: "niña, vénga acá."

Me quedé tiesa y, luego de unos segundos, no más...le dije:"Dígame"

Con su voz de trueno me preguntó: "Usted cree en esto".

Le dije:"Yo sí". Confieso que aterrorizada.

Y el viejo me contestó: "Pues si cree, defiéndalo".

Todavía hoy me pregunto el por qué de su reacción pero lo que si me quedó claro fue que "las personas tienen que defender lo que creen, al precio de cualquier sacrificio.

La mayor lección de mi vida me la dió un viejo con ideología diametralmente opuesta a la mia. Un viejo que no sé si se arrepintió o no, pero, en el poco tiempo que estuvo haciendo de abuelo entre primos, hermanos y yo, me dejó el dulce sabor del respeto a las ideas de los demás.

La Protesta de Baraguá



El 15 de marzo de 1878, un cubano digno, un hombre sin miedo y sin tacha no acepta bajo ningún concepto Libertad sin Independencia.

Cuando todo parecía un hecho, cuando los españoles creyeron que la guerra terminaría, que todo quedaría según sus planes, el mulato rebelde, el cubano patriota los hizo volver a la realidad: "No hay Libertad sin Independencia", la libertad absoluta se alcanza con el filo del machete.

132 años de la Protesta de Baraguá, acto patriótico y de conciencia política que resumió ayer, la voluntad de los cubanos de bien que sentían imperiosa necesidad de ver a su Patria libre y sin amo; acto que resume hoy, la voluntad de los cubanos de bien que sentimos la necesidad de mantener la independencia y la soberanía alcanzadas después de años de lucha.

132 años de la Protesta de Baraguá y Maceo, cada vez más gigante marcha al frente de la tropa, indicando el camino, acotando aquí y allá porque tiene experiencia y no duda de qué lado está el deber.

15 de marzo de 1878-15 de marzo de 2010, los cubanos y cubanas firmes, y, sobre todo convencidos: No habrá paz sin independencia, no habrá paz con ingerencia.

Paz tenemos y porque la tenemos somos celosos guardianes de la independencia. Independencia tenemos y somos celosos guardianes para no permitir jamás ingerencia externa.

En el aniversario 132 de la Proteta de Baraguá, los cubanos y cubanas !Seguimos en Combate!

Día de la Prensa Cubana




Que exista un Día de la Prensa es bueno, sobretodo si se escoge para hacer un recuento de lo trabajado, lo escrito, lo expuesto con detalles en aras de contribuir a la solución de no pocos problemas que amenazan, deterioran y obstaculizan el buen desempeño en la sociedad cubana.

Es bueno que se haya establecido este Día para honrar a Martí, en nombre de todos y para hacer del periodismo -como dijo él de Patria- un soldado de la Revolución.

El compromiso ha de ser con la verdad, esa que a veces, muchas veces, se esconde, la esconden o no la vemos y, en ocasiones la vemos, pero fingimos no ver para "no buscarnos problemas".

El compromiso de los periodistas cubanos ha de ser con su gente, con la de "a pie", con los que decidimos que nos representen en cualquier instancia de dirección o lo que es igual: con el pueblo, que reclama a cada paso objetividad, verdad, claridad de pensamiento y valentía.

Sí, porque el pueblo cubano admira, por tradición, a la pluma firme que dice lo que ha de decirse, sin tantos rodeos ni edulcoraciones.

El pueblo cubano agradece el criterio sustentado en elementos de juicio que inviten a la reflexión, al análisis mesurado y a la búsqueda de soluciones.

El pueblo cubano respeta a los profesionales de la prensa que no se dan el lujo de comprometer su trabajo con prevendas que, a la larga, lastran cualquier buen propósito.

La jornada por el Día de la Prensa Cubana en todo el país ha servido para unir a colectivos, para honrar al que debe ser honrado y para establecer compromisos donde la misión de orientar, informar, educar y formar al pueblo sea prioridad número uno.

Nos toca a todos cumplir. El pueblo de Cuba espera eso y mucho más de nosotros

viernes, 5 de marzo de 2010

Juventud Cubana: ni perdida ni desentendida.

"La juventud ha de ir a lo que nace, a crear, a levantar", escribió Martí en el periódico La Nación, de Buenos Aires, Argentina, en agosto de 1889.
Sabía muy bien el Maestro que en manos jóvenes definitivamente se alzaría el triunfo, sabía que el vigor , la impaciencia y el deseo de ser útiles eran razones más que suficientes para involucrarlos en la lucha y en la proclamación de una República "con todos y para el bien de todos".
Con el paso de los años la juventud cubana ha crecido hasta su máximo explendor, sin que ello signifique que todo está logrado y no hay nada que hacer o aportar.Pero, lo cierto es, que ha sido abanderada de las principales luchas de nuestro pueblo.
Ayer, en la manigüa mambisa. Después en los reclamos estudiantiles, en las exigencias obreras, en el Asalto a los Cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo. En el exilio, en el Granma, en la Sierra, en el LLano...en el triunfo de enero del 59.
Después en la alfabetización-, en las nacionalizaciones, en la Lucha contra Bandidos, en Girón, enfrentando y derrotando al Ejército mejor armado del planeta.
La juventud cubana estuvo de protagonista en los días de la Crisis de Octubre y en toda la labor organizativa de una sociedad, heredera de las más nobles ideas, a pesar de los prejuicios y vicios acumulados.
La juventud cubana -protagonista indiscutible de la resistencia y la victoria de su pueblo- ha estado siempre al frente de cada batalla y en cada triunfo.
Caracterizada por su honradez, honestidad, lealtad, solidaridad, patriotismo, dignidad y responsabilidad con su pueblo, entre muchos valores,la juventud cubana asiste al reto de recibir el legado de la historia y fortalecer esa gran obra de todos que es la Revolución.
Las nuevas generaciones de cubanos están al alcance de las manos, creando y amando; están en los campos, en las fábricas, prestándo servicio a la población, en las aulas, en el deporte, la cultura,en la defensa, en los centros de salud dándole luz a la vida, en los polos científicos y tendiendo las manos en cualquier lugar del mundo que las necesiten.
De la juventud cubana se puede hablar de su pasado glorioso, de su presente de lucha y resistencia y de futuro de victoria.Quien no lo reconozca es porque le enceguece tanta luz