Permitámonos soñar.

Soñemos que mañana amaneceremos felices todos, negros, blancos, mestizos.
Soñemos que desapareció el hambre y cada familia tiene en su hogar lo que necesita para alimentarse.
Soñemos que cada niño del Planeta asiste confiado a una escuela para asaltar el futuro y entregar sus conocimientos, sin reparos, a la Sociedad.
Soñemos que cada anciano es venerado en su hogar, su pueblo, su comunidad.
Permitámonos soñar y, entonces, descubramos que desapareció la miseria -la económica y la otra, la del alma, que es más destructiva aún.
Soñemos que el credo único sea la "libertad plena del Hombre", como diría Martí, y la religión el respeto al derecho ajeno y la igualdad.
Soñemos que aumentan los Hogares para aquellos que nunca lo han tenido y para quienes pudiendolo fundar desperdician tiempo y esfuerzo negando los sentimientos ante lo material.
Soñemos que la Tierra se salva del maltrato y la indolencia y da frutos al por mayor.
Permitámonos soñar y hablemos todos el mismo idioma, el del amor, la paz, la concordia, la alegría, el buen hacer y decir.
Soñemos e igual hagámos esos sueños realidad, por nosotros, por nuestros hijos , y por los hijos de estos, que no nos perdonarán jamás tantos errores prevenibles