CELIA

!Cuánto entraña un nombre tan sencillo.
Cinco letras que resumen la propia esencia de la mujer cubana.
Cinco letras que hablan, por si solas, de la razón misma de la Revolución.
Cuba entera lloró aquel 11 de enero de 1980, cuando se supo la noticia de tu deceso.
La Habana se consternó y muchas de las familias agradecidas por los actos de justicia y de bondad que, en nombre de la Revolución, hiciste sintieron la pérdida, más allá de lo irreparable.
!Cuánta atención brindaste a las grandes y pequeñas cosas!
La Sierra eres tú, de punta a cabo, y la Comandancia de La Plata te descubre en sus mariposas, sus enredaderas, sus escaleras entre el monte y cada detalle, para hacer de ese un lugar inolvidable.
Todos dijeron siempre: !deja que Celia venga para que veas como se resuelve el problema! o !deja que Celia se entere..! Es que fuiste, y eres Celia, la inspiración de muchos cubanos y cubanas que creen en la justicia como arma de combate y en la honradez como premisa para alcanzar un Ser Humano mejor.
Celia Sánche Manduley, Heroína indiscutible de la Revolución Cubana, su más autóctona flor.
Grande por tu sencillez, grande como sólo se puede ser cuando la dignidad es actitud ante la vida.
Celia querida. Savia que nutre a la mujer cubana porque necesitamos de tu ejemplo para seguir haciendo el camino de la nación.