martes, 19 de enero de 2010

Amo a mi país.

Amo a mi país y a su gente.
Cualquiera diría que es natural si en él nací y su gente soy yo misma.
Pero sucede que mi gente es de las que se crece en las dificultades y, al primer llamado, al primer sufrimiento, tiende su mano, sin pedir nada a cambio.
Así ha sido siempre, desde que se unieron negros y blancos en la manigua mambisa al grito de !Viva Cuba Libre!
Diferencias a parte, mi gente siempre antepone la necesidad y sentimientos colectivos a lo personal.
En estos días en que el mundo sufre y mira espantado cuánto dolor puede resistir un país víctima de la furia de la Naturaleza y de siglos de explotación, mi pueblo vuelve a mostrar su esencia.
Entre los primeros en llegar y prestar auxilio, aunque ya estábamos dándole luz a la vida desde hace once años, de forma permanente, con Brigadas Médicas de alta calificación profesional y, aún mayores, valores humanos.
Amo a mi país y a su gente.
Las imágenes hablan por sí solas del amor, la dedicación y la responsabilidad con que se trabaja en Haití para robarle vidas a los escombros.En condiciones mínimas se han establecidos quirófanos para atender a lesionados y enfermos.
Se escucha el lamento de una nación necesitada de sueños realizables con la ayuda de los demás.
Son cubanos,españoles, chilenos, venezolanos, bolivianos, dominicanos, brasileños,norteamericanos... y muchos más... tratando de ser útiles.
Crece mi gente y con él su pueblo,es decir, mi pueblo.
En nombre de la Humanidad, cubanos y cubanas se han puesto de pie y comparten conocimientos, esfuerzos, necesidades, dolor y también esperanza.
Esa que sólo es posible "con todos y para el bien de todos".
Amo a mi país y a su gente, su gente que soy yo misma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario