lunes, 1 de febrero de 2010

Nuestra América

Bendito el 31 de enero, Día de la Identidad Latinoamericana y Caribeña, fecha en la que vió, por primera vez, la luz pública el ensayo martiano Nuestra América.
Escrito en 1891 cobra valor cada día este documento, salido, más que de la pluma, del corazón del Maestro.
Nuestra América nació en fecha temprana para alertar sobre peligros inminentes, para llamar a la unidad y a la resistencia de los pueblos de América.
Parece escrito hoy mismo:"Estos tiempos no son para acostarse con el pañuelo a la cabeza, sino con las armas de almohada, como los varones de Juan de Castellanos: las armas del juicio, que vencen a las otras. Trincheras de ideas, valen más que trincheras de piedras."
Nuestra América sirve para descubrir a un Martí auténtico, patriota, latinoamericanista, revolucionario. Nos sirve para corroborar que los sueños de justicia y de igualdad de su discípulo Fidel, se basan, indiscutiblemente, en la sabia del Apóstol.
"Los árboles se deben poner de pie, para que no pase el gigante de las siete leguas... Es la hora del recuento y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de Los Andes".
Nuestra América es, a la luz de sus 119 años, la base teórica del Alba, que hoy se consolida y crece por la voluntad de los pueblos de América y el Caribe.
Ya lo decía Martí: "!Ojo con los sietemesinos! esos a los que les falta el valor y la fé en su tierra. Los conocemos y sabemos bien que quedarán en el camino por la voluntad popular."Apoyo a los buenos gobernantes en América, esos que saben con que elementos está hecho su país y como pueden ir guiándolos en junto, para llegar, por métodos e instituciones nacidas del país mismo".
Revolución -dice Fidel- es no mentir jamás.
Al respecto apunta Martí en Nuestra América: "el que pone de lado, por voluntad u olvido, una parte de la verdad, cae a la larga por la verdad que le faltó, que crece en la negligencia, y derriba lo que se levanta sin ella".
Nuestra América, a los 119 años, habla por sí sola, en nombre de su autor:"injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas".
Frase escrita con el orgullo de ser americano, con el heroísmo de quien piensa en orden y está decidido a dar su vida por la Patria.
Martí alerta sobre las sutilezas enemigas, esas que solapadas destruyen naciones enteras; habla con amor de la unidad, del saludo fraterno entre nuestros pueblos; de la necesidad de crear, de la autenticidad de nuestros pueblos, de su identidad: "El vino, de plátano; y si sale agrio, es nuestro vino"; habla de la autenticidad y sinceridad de la libertad; de la crítica oportuna y sincera; de la experiencia, del conocimiento colectivo; de la urgente necesidad de nuestra América de "enseñarse como es, aún a pesar del desdén del vecino que no la conoce".
Bendito el 31 d enero, Día de la Identidad Latinoamericana y Caribeña.
Gloria a Martí por cuanto hizo por los pueblos de América.
Los cubanos hoy, como él ayer, tenemos fé en lo mejor del Hombre y, con su legado, fomentamos la unidad y el amor entre nuestros pueblos, convencidos de que "Patria es Humanidad".

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