domingo, 13 de junio de 2010

América lo saluda


Para hablar de Ernesto Guevara de la Serna hay que hacerlo necesariamente en presente y con vista al futuro porque cada día resurge como hombre nuevo en los millones de humanos que se inspiran en él para construir un Mundo Mejor,
Cada día y con mayor fuerza, aparece en manos fuertes encabezando marchas, fórums, reuniones donde se teje el futuro de Hombres y Mujeres Libres.
¡Cuánta falta ha hecho durante estos años!
A los cubanos nos satisface haberlo tenido y estudiar su vida de hombre digno y austero, nos complace revisar sus actos, que no se limitaron a dirigir sino a demostrar con el ejemplo, cuánto se puede alcanzar, si nos unimos en el empeño: "Si fuéramos capaces de unirnos, qué hermoso y que cercano seria el futuro".
A los cubanos nos asiste el derecho de tomarlo como paradigma de las nuevas generaciones. Otros en el mundo, necesitan igual de él, por eso y porque comprenden que su luz es vital para encontrar el camino verdadero y triunfar. Ahí está su pensamiento revolucionario donde pide que "Sean capaces siempre de sentir, en lo más hondo, cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda del revolucionario."
En su natal Argentina está más vivo que nunca; en otras tierras de América necesitan de “San Guevara” porque, creencias a cuesta, saben que la fuerza de su ejemplo perdura y que, más que una imagen, es un símbolo de resistencia y de lucha.
Ernesto Guevara está en el adolorido continente africano a donde partió un día y dejó huellas; está en la cada vez más despierta multitud europea que lo asume como suya y, en acto de rebeldía lo presenta en cada mitin; está en el Medio Oriente revuelto, en Asia y en todas partes “vivo, como no te querían” porque los hombres como el Ché no mueren nunca.
Parafraseándolo: “Podrán morir las personas, pero jamás sus ideas."
Como diría el poeta: “Salud Guevara”. Te necesitamos para seguir fraguando este presente de lucha y de victorias, para seguir cimentando un futuro en que el Hombre sea amigo del Hombre y la vida sea una razón esencial para la esperanza.
Es hora de arreglarnos el corazón, más que el cabello, de llevar la Revolución en el alma, para hacerla, no para vivir de ella. La vida nos ha convencido de que, “el eslabón más alto que pude alcanzar la especie humana es ser revolucionario."
En el aniversario 82 del natalicio de Ernesto, el Ché, el Guerrillero Heróico, quien siempre supo de qué lado estaba el deber, los cubanos y cubanas, la América entera lo saluda.

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